lunes, 10 de enero de 2011

Introducción.

     Hola. Lo sé, es lo típico, pero no sabría empezar de otra forma. Mi nombre es Carla. Tengo 18 años. Vivo en Londres con las personas más importantes de mi vida. Son como mis hermanas. Daría mi vida. Mi vida entera por ellas. Ellas son Noelia, de 17 años e Inés, de la misma edad. Ninguna de las tres tenemos familia. Entre nosotras somos una familia que derrocha amor y cariño y no necesitamos a nadie más. Somos huérfanas, de hecho, nos conocimos en un orfanato. Desde que tengo memoria estabámos en la misma habitación. El orfanato era nuestro hogar. No era uno de esos orfanatos que salen en las pelis donde te tratan mal, están sucios, etc. Nos trataron como nadie lo había hecho hasta entonces, y nos educaron como mejor pudieron. Hasta que cumplí los 18, que decidí salir de allí, y claro, con ellas. Aunque costó mucho movimiento de papeles, pero lo conseguí. Ahora vivimos en una pequeña urbanización, cerca del centro de Londres. Nos apañamos con una ayuda que nos da el Gobierno y aparte, conseguí un trabajo en un bar. Poco más me queda que decir. Ellas, son unas increíbles personas. Noelia, una chica demasiado curiosa y extrovertida, feliz, se contenta con todo y siempre, siempre tiene una sonrisa en la cara. Inés, guapísima, con un corazón que no le cabe en el pecho. Demasiado enamoradiza, divertida, risueña, solo tiene un pequeño problema, su tartamudeo. Solo queríamos vivir, sin complicaciones, tranquilamente. Pero eso es prácticamente imposible. Todas las familias tienen sus cosas, ¿verdad?

No hay comentarios:

Publicar un comentario