jueves, 24 de febrero de 2011

~ Capitulo 11;

Danny: ¿Qué traes?
Carla: Cosas para curarte. No te muevas. -me volví a sentar sobre mis rodillas en el suelo. Tomé en bote de agua oxigenada y lo eché en un poco de algodón. Dí pequeños golpecitos sobre la herida, ajena a los quejidos de Danny.
Danny: ¡Ah! Ten cuidado. -en esos momentos lo único que hacía era ignorarle, era gracioso.- ¡Ah! ¡Aaaaaaaaaaaah!
Carla: ¬¬
Danny: Bueno, vale, eso último a podido ser un poco sobreactuado, pero... ¡Ah!
Carla: Jajajajajaja. Eres una nenaza, Jones.
Danny: Eres una nenaza, Jones. -repitió en tono de burla.- :P No soy ninguna nenaza, eres tú, que eres una bestia.
Carla: ¡Oh! ¡Cómo! ¿Yo bestia? Tsss... Te va a curar quién yo me sé, guapo. -me volví, dándole la espalda.
Danny: No, no. Es broma, tonta.
     Giré la cara y arqueé una ceja.
Danny: Por fis... -puso morritos y sonreí.
Carla: Eres un caso. -de nuevo, me puse de frente a él, cogí una tirita y se la puse con cuidado. Esta vez no dijo nada.- Ala. Ya está. -dije mientras me levantaba.
     Él se levantó a la par que yo y se paró justo enfrente mía.
Danny: Gracias. -dijo casi en un susurro con su voz grave.
Carla: Lo siento, y de nada. -contesté casi al mismo tono.
Danny: Aunque... -bajó su mirada a la camiseta.- Esto ha quedado inservible.
     Miré la camisera y vi la raja. Detrás de ella se podía ver la tirita que le había puesto. Acerqué la mano a la camiseta con una sonrisa estúpida en la cara. Negué con la cabeza, diciéndome por mis adentros como podía haber sido tan torpe.
Carla: Lo siento. -repetí.
Danny: No pasa nada. -acercó su boca a mi oído.- Pero me debes una camiseta. No querrás que vaya sin camiseta por la vida, ¿o sí? ¿Podrías resistirte a ello?
     Entonces, lo que había sido un tierno escalofrío, se convirtió en ira de nuevo, hacia Danny. Le empujé, como en ocasión pasada, y le miré mal.
Carla: Joder, Jones. Joder. ¿Siempre lo fasticias todo en el último momento? -grité.
Danny: ¿Qué? -preguntó confundido.
Carla: Que te metas tu ego por donde te quepa.
     Y me fui. Dando un portazo con la puerta de la cocina. Cuando pasé por el salón, vi con el rabillo del ojo como todas las cabezas que había en los sofás, mirando el televisor, rotaron para observárme. Les ignoré, subí lo más rápido posible a mi habitación y me tiré en la cama.
     Maldita sea. El día estaba llendo bien, más que bien. Ni si quiera yo lo hubiera imaginado así. Porque ya me había hecho una idea de Danny, nada buena. Pero él había roto esa imagen para dar una mucho mejor. Sin embargo, en el momento más oportuno...¡Zas! En toda la boca, Carla. Por haber sido una ilusa. Por haberme dejado llevar. Por haberme creído cosas que no son. Porque Danny es Danny y eso difícilmente nadie podría cambiar. Pero esa situación me estaba confundiendo. ¿Qué quería? ¿Enamorarme o llevarme a la cama? Se acabó. Al carajo con Jones y su bipolaridad. 
     Entonces se abrió la puerta de mi cuarto. Alcé la mirada y vi a Inés acercándose a donde yo estaba. Se sentó enfrente mía.
Inés: ¿Q-qué ha pasado? -preguntó mirándome preocupada.
Carla: Jones...
Inés: ¿Danny? ¿T-te ha hecho al-go?
Carla: No, no... Aunque bueno, yo a él sí...
     Inés ladeó su cabeza aun lado en plan ''no entiendo nada''. Sonreí al darme cuenta y empecé a contárselo todo. Desde lo a gusto que había estado hasta entonces con él, tocando la guitarra, hasta el corte que le hice y los susurros en mi oído.
Carla: ¿De qué va? -comenté cabreada.
Inés: Va-mos, Carla, no te e-enfades tan-to. ¿por qué no inten-tentas llevarte b-bien con él?
Carla: Inés, por Dios. Qué lo hago. Pero si a la mínima de cambio sale el "mirarme todos, que perfecto que soy" pues la lleva clara...
Inés: ¿S-sabes lo que p-pasará si te en-fadas con él? -negué con la cabeza.- No vol-volverán a pasar por a-aquí. No les volve-veremos a ver. No qui-ero. Sabes que s-son muy impor-tantes para mí.
     Reflexioné con lo que me acababa de decir Inés. No era justo que por culpa de Jones perdiésemos el contacto con los demás. Porque pasaría. Seguro que con el tiempo pasaría. Danny no querría que los demás me viesen, y yo no querría que ellas le viesen a él. Todo tenía pinta de que tendría que aguntarme con el egoísta de Jones durante un tiempo. Entonces, de nuevo, se volvió a abrir la puerta. Una cabeza rubia y ojos azules aparecieron por allí.
Dougie: Oh, vaya. Lo siento, pensaba que estabas sola. -dijo mientras suavemente cerraba de nuevo la puerta de mi dormitorio.
Inés: No, no, espe-ra. Yo ya me i-iba. -dijo mientras se levantaba y me guiñaba un ojo, orgullosa de lo que estaba haciendo. Moví mis labios diciendo un "no" claro. Ella lo entendió, y eso le hizo más gracia aún.
Dougie: -se sentó donde había estado Inés.- ¿Qué ha ocurrido con Danny?
Carla: Que sigue siendo igual de imbécil que siempre.
Dougie: Ah, bueno. -dijo algo aliviado.- No te preocupes por eso, ya te acostumbrarás. -rió.
Carla: Solo espero que no intente jugar conmigo. No me gustan esos juegos.
Dougie: A nadie nos gustan. Quizás... Deberías dejarle las cosas claras. -Se encogió de hombros.- Aunque puede que no se lo tome muy bien, ya sabes.
Carla: Realmente, en estos momentos, me importa bien poquito como se lo tome. Pero sí, tienes razón. Hablaré con él. Me dejará en paz, le dejaré en paz y todos tan felices.
Dougie: Jajaja En serio, creo que no le hará gracia, porque...
Carla: -no le dejé acabar la frase.- Porque a Jones no se le resiste ni una ¿verdad? -Dougie dejó escapar su risa, lo cual me hizo sonreir.- ¿Qué?
Dougie: No me quiero perder esto por nada del mundo. -de nuevo estalló en una carcajada. Al aparecer, le hacia bastante gracia que a su amigo le rechazaran. Reí con él.
     En un ambiente mil veces mejor que bueno, la puerta de mi cuarto se abrió y Noelia apareció por allí.
Noelia: ¿Se puede saber de qué os reís? Se os escucha desde abajo.
     Dougie y yo no contestamos. Ese dato nos hizo bastante gracia.
Noelia: Venga, bichos. La comida ya está. -dijo mientras salía.- Vaya par de locos. -o algo así fue lo que dijo a la vez que se oía alejarse.

domingo, 20 de febrero de 2011

~ Capitulo 10;

Noelia: Sí... Bueno... Yo ya si eso... Ya... otro día y tal...
Dougie: Che, che, che. -se levantó y fue a donde Noelia. Se puso detrás de ella y le agarró por los hombre, guiándola hasta el piano que teníamos por allí.- Tú te vas a sentar aquí y nos vas a tocar algo... -Dougie-mente-perver en acción.- Con el piano, digo.  Jajaja venga va.
Noelia: Que no Dougie, que no. Además, no soy nada buena, es mejor dejarlo. -dijo en un intento de levantarse de la banqueta, pero de nuevo, Dougie le volvió a sentar.
Inés: ¡Vamos, no se-as boba!
Carla: Aquí hemos pringado todos, y tú no vas a ser menos xD Venga, Noe, que sabes que nos encanta ;)
      Noelia resopló. Se sentó bien recta delante del piano, puso las manos sobre las teclas y volvió a respirar hondo. En unos segundos empezó a tocar. Noté que estaba nerviosa. De hecho, podría decir que hasta se equivocó en alguna nota. Pero por las caras de los demás, advertí que no se dieron cuenta. Conforme iba pasando el tiempo, cogió fluidez y tocó como ella sola sabe. Cuando terminamos todos rompimos con un gran aplauso.
Noelia: ¿Contentos?
Danny: Mucho muchísimo. :D
      Y después de lo que se podría llamar nuestra "presentación" empezamos a tocar y cantar a lo loco cosas sin sentido, pero bastantes divertidas. Y así pasó la mañana, entre risas y acordes. Tanto, que cuando nos quisimos dar cuenta, ya eran las 15.35.
     Normalmente soy yo la que hace la comida, no solo por que a Inés y a Noelia no se les de bien, que también, pero cocinar me gusta. Crear recetas nuevas sacadas exclusivamente de mi imaginación mola haha. El caso es que les dejé a todos allí sin que vinieran a ayudarme. Eso es otra cosa, cocinar sí, pero sola x) Si tengo a alguien al lado no es que me ayude demasiado, sino que me pone nerviosa y me estresa. Después de muchos minutos para convercer que no necesitaba a nadie, me dirigí a la cocina y me lavé las manos. Comeríamos pasta, pero con alguna salsa especial. Tenía que lucirme con los invitados que había. Empecé a lo mío. Lavar unas cosas, picar otras, batir más, cuando alguien me llamó al hombro. Me giré, pero no había nadie. Inmediantamente me giré para el otro lado y me encontré una cara con muchas pecas por todos lados.
Carla: ¡Joder, Dan, qué susto!
Danny: ¡Wo wo wo wooo! Espera un segundo. ¿Has pasado de Jones a Dan? Hostias, que grata sorpresa. ¿Y eso como ha sido? Jajajaja
Carla: Idiota Jones ¬¬
Danny: No, no, no. No empieces. Dan me gusta.
Carla: Danny y va que chuta, ¿estamos?
Danny: Vale, vale u.u'
Carla: Bueno, ¿que quieres?
Danny: ¿A mí? -dijo señalándose.- ¿Me lo dices a mi?
Carla: ¿Y a quién si no? Estamos solos, no hay nadie más.
Danny: Ah... Como no has dicho Danny... -se empezó a reir de una forma la mar de graciosa, lo cual hizo que me la pegara.
Carla: Va, Danny -reclaqué su nombre y sonrió exageradamente.- ¿qué quieres? Si no quieres nada, puerta. Me estás distrayéndo.
Danny: Uuh... Perdone usted, que cortar champiñones es una tarea de mucha concentración.
Carla: ¬¬
Danny: Jajajaja. Anda, déjame que te ayude.
Carla: Oh, no. Va a ser que no.
Danny: Venga ya. No seas tonta.
Carla: ¡Que no, Danny!
     Se acercó a mi, e hizo un intento de coger los campiñones, pero me giré rápidamente, aún con el cuchillo afilado en la mano. Lo que conseguí fue que le rajara la camiseta debajo del costado y quizás hasta le hiciera una buena herida.
Carla: ¡Oh, mierda, Danny, lo siento mucho! ¿Estás bien?
Danny: Aaah... Sí... -se había puesto sus manos en la herida y se inclinaba hacia delante.- Tranquila... no... no pasa nada...
Carla: Joder, joder, joder... -repetía en voz alta para mi misma.- Vale, a ver. Ven, siéntate aquí. -le ayudé a sentarse en una de las sillas de la cocina. Se sentó y yo me puse de rodillas en el suelo.- Déjame ver.
Danny: ¿Cómo? ¿Te vas a aprovechar de mí, malvada? -dijo con voz de ofendido. Luego, se echó a reir.- No, en serio, Carla, no es nada.
Carla: Serás tonto... Solo quiero verlo. No te hago nada.
Danny: Simplemente es un pequeño corte, nada más.
Carla: Vamos, Danny. -cogí sus manos con una de las mías, con suavidad. Con mi otra mano le subí la camiseta. Un pequeño, o quizás no tanto, corte había en sus abdominales. No era profundo, pero si podía medir unos ocho o diez centímetros. Varios pequeños recorridos de sangre habían dejado marca, pero por ahora no sangraba nada.- Bueno, no es profundo. -subí mi cara para mirarle, aunque él ya lo hacía.- Y ha parado de sangrar.
     Entonces me centré en su mirada, haciendo que mi mente se quedara en blanco, concentrándome en el color, o quizás, buscando el fondo en ellos. Algo adictivo había que no me dejaba apartarles la mirada.
Danny: ¿Carla? ¿Estás bien?
Carla: ¿Qué? -dije volviéndo a la realidad.- Sí, sí. -me incorporé.- Voy a por agua oxigenada. -de nuevo sus ojos, y una tímida sonrisa, acompañada de una suave caricia en la mejilla.- Ahora vengo.
     Fui al baño, donde teníamos una pequeña cajita que usabamos de botiquín. Mientras buscaba el agua oxigenada, algo de algodón y un par de tiritas o alguna venda, pensaba en que había pasado. ¿Por qué me había quedado mirándole de esa forma? Se había dado cuenta, ya que seguramente se me hubiese quedado una cara tonta arrasante. Pero no podía hacerlo, no podía rebajarme a sus pies como cualquier otra y dejar que me utilizase. Pero quizás no lo hiciera, quizás estaba juzgándolo demasiado pronto o dejándome llevar por influencias. Con las cosas ya en la mano volví a la cocina. Danny no se había movido de la silla. Me mostró una enorme sonrisa.

miércoles, 16 de febrero de 2011

~ Capitulo 9;

Carla: Suelta, Jones.- dije librándome de su enorme mano.
Danny: Bueno, bueno, tranquila eh. No como. Oye, ¿te importaría mucho dejar de llamarme por mi apellido?
Carla: Puede que sí.
Danny: Joder, la niña se ha levantado borde hoy. Ya le he pedido perdón a Inés y todo está bien ahora. No sé que más quieres.
Carla: Como le hagas algo, te castro, ¿te enteras?
     Me giré de nuevo, rumbo a la cocina de nuevo, y Danny, me cogió de la mano, de nuevo.
Carla: -bufé.- ¿Qué? -lo dije en tono cansino.
Danny: Va... No seas así. Empecemos de cero, sin problemas ni malos rollos. No me va eso.
Carla: ¿Te crees que a mi sí?
Danny: Por lo que estás demostrando eso parece.
Carla: Pues no. No me gusta nada. Pero tú te lo has buscado. De todas formas, a mi no me convences con una sonrisa y unos ojos bonitos, ¿sabes?
      Es comentario pareció enorgullecerle y mostró una amplia sonrisa.
Danny: ¿Ah no? Entonces, me lo tendré que currar más. -dijo agachándose hasta que sus ojos y los míos estaban a la misma altura.
     Rodé los ojos y resoplé exageradamente. Por tercera vez esa mañana, me giré para ir a la cocina y poder desayunar de una puñetera vez sin que ningún Danny Jones me lo impidiese. En esta ocasión lo conseguí, aunque Danny no había hecho mucho para prohibírmelo. Se quedó parado observándome. No le hice caso y entré, por fin, en la cocina. Cogí el cartón de cereales, un cuenco, leche, me senté con Inés, Noelia y Dougie en la mesa e intenté  concentrarme un poco en la conversación que estaban teniendo. Segundos después, Danny entró también donde estábamos.
Danny: Bueno, ¿y qué vamos a hacer hoy?
     Todos nos encogimos los hombros a la vez.
Danny: Vale, vale, tanto entusiamos a la vez no, por favor.
Noelia: A mi me da igual, la verdad.
Inés: F-fuera hace frí-o. Voto por al-algo dentro de-de casa.
Carla: mmm... -levanté la mano, y tragué la leche que tenía en la boca.- Yo también. Ya sabéis que odio el frío.
Dougie: Vale, pues nada de salir fuera. ¿Y dentro qué?
Carla: ¿Qué tal si bajamos las guitarras y tocamos algo?
Danny: ¿Guitarras? ¿Tenéis guitarras?
Noelia: Yo no.
Inés: Tú t-tienes piano, no te que-jes. :P
Dougie: Guau. Tocáis la guitarra. Y tú -dirigiéndose a Noelia.- tocas el piano. A Tom le gustará saber eso. Jajajaja
Danny: Doug, podemos ir a casa a por mi guitarra y tu bajo, ¿si?
Dougie: Guay. :)
     Me levanté al mismo tiempo que ellos dos. Yo cogí los cuencos que habíamos utilizado Noelia y yo para desayunar y los dejé en el fregadero.
Carla: Bueno, pues vais a por eso y ahora venís, ¿no?
Danny: Si, tranquila, no tardaremos mucho. Recuerda que vivimos justo ahí al lado.
     Me guiño un ojo mientras pasaba por mi lado para salir de la cocina. Dougie iba detrás suya, se limitó sonreírme y darme un beso en la mejilla.
Dougie: Volvemos en un momento.
     Yo le contesté con otra sonrisa, mientras bajaba mi mirada, un poco avergonzada. Se fueron de la cocina, y segundos después, se escuchó la puerta cerrarse.
Noelia: Qué fuerte...
Inés: -suspiró.- Y-ya ves...
Carla: ¿Hola? Sigo aquí eh... No sé porque os sorprendéis tanto, el otro día estuvimos en su casa.
Noelia: Ya, es verdad. Jajajaja. Bah, creo que me voy a dar una ducha y despejarme un poco.
Inés: V-vale. -sonrió y me miró.- ¿Sub-bimos a por las co-sas? -negué con la cabeza.- ¿No? Los chicos vendrán en-enseguida. ¿Por-por qué no?
Carla: Cuéntame que te ha dicho Danny.- supliqué.
Inés: Ah, e-so... -sonrió.- Nada impor-portante. V-vamos.
Carla: Vamos tú. Cuenta, tía.
Inés: Me pi-pidió perdón, que lo se-sentía mu-cho y estuvi-vimos hablan-do de todo un po-poco. Es muy gracio-so y me hizo coger con-fianza en na-nada, como po-poca gente lo  ha he-cho. Creo que nos e-equivocamos al-al principio.
     Me acerqué a ella y le besé en la mejilla y cuando me separé le sonreí.
Carla: Vamos a por esas guitarras.
      Subimos al piso de arriba. Cada una tenía su guitarra en su cuarto. Fui al mío y Inés hizo lo mismo. Las bajamos, las apoyamos en los sofás y volvimos a subir a por los sujetadores de suelo de las guitarras y algún par de púas, por si se daba el caso. En una de esas, los chicos vinieron, ya con sus instrumentos a las espaldas. Los cuatros nos acoplamos en los sillones del salón.
Danny: Bueno, enseñadnos lo que sabéis. ;)
      Inés y yo intercambiamos miradas y reimos.
Carla: No, por favor. Vosotros primero.
Dougie: Jajajaja. ¿Porqué? ¿Os da vergüenza?
Carla: -le saqué la lengua de forma divertida.- ¡Vaaaaamos! ¿A qué estáis esperando?
     Danny y Dougie se miraron, y pareció que con ese simple gesto se lo dijeron todo. Jones empezó con unos acordes que me sabía absolutamente de memoria. El sonido de fondo del bajo de Dougie era perfecto. Danny empezó a cantar.
"Life is getting harder day by day..."
     Not alone. *.* Jodida canción perfectamente perfecta. Inconscientemente, empecé a seguirle con la guitarra. Los dos me miraron mientras sonreían. Inés me imito. Jones me hizo un gesto con la cabeza para que cantase con él. No lo iba a hacer, si no, moriría allí mismo de la vergüenza. Inés me dió un leve codazo. Sí, también quería que cantase. Vamos, que todos me acabarían matando con la mirada si no empeza ya. En fin, empecé a cantar u.u' Terminamos la canción. La verdad es que había estado genial *_* No nos dió tiempo a decir nada, porque Noelia bajó algo escandalosa las escaleras, con pequeños saltitos.
Noelia: ¡Viene Jack! -dijo alegre.
Carla: ¿Ah, si? ¿Y cuando?
Noelia: Después de comer. -dijo más tranquila.
Dougie: Guay.
Danny: Sí. Solo espero que no se acuerde de los veinte euros que le debo. -rió con esa risa tan suya. Todos le miramos.- ¿Qué? No llevaba suelto u.u' -esta vez reimos todos. Quizás del propio Danny, aunque no se coscara x)
Noelia: Oye, eso ha sonado muy bien, eh. -refiriéndose a lo que habíamos tocado antes de que ella bajase.
Dougie: ¡Oh, sí! Las dos habéis estado genial.
Inés: Y-y vosotr-os ^^
Danny: Ahora solo falta Noelia para demostrar sus dotes. -lo dijo mirándola.

jueves, 10 de febrero de 2011

~ Capitulo 8;

     Salí de mi habitación y vi que Noelia también abría la puerta de la suya. Al verme, me dedicó una sonrisa y un gesto con la mano. Seguidamente volvió a entrar en su cuarto. Sí, le gusta demasiado dormir. Bajé abajo, y un personajillo estaba observando todo nuestro comedor. No había nadie más allí.
Carla: ¿Dougie? Jajaja ¿qué haces?
Dougie: ¡Ei, hola! :D Estaba mirando estas fotos. Qué peques.
     Me acerqué a donde estaba él y me puse a mirar a la imagen que se refería.
Carla: Jajaja. Ya ves. Qué cucosas que éramos .
Dougie: Sí. Ahora también lo sois ;) -dijo mirándome con su sonrisa.
Carla: Jajajaja qué bobo. -le dí un golpe en el brazo y me fui para los sillones.- Entonces soy cucosa, ¿no?
Dougie: Ajám. -se sentó a mi lado.- ¿Y yo? -me miró impaciente sonriendo.
Carla: ¿Tú? no sé, no sé... x)
Dougie: ¡Eh! Pues yo soy muy cucoso, que lo sepas. -se puso recto, mirando al frente, con los brazos cruzados.
Carla: Bah, no te enfades, tonto. :P
Dougie: ¡Cucha! Encima de no-cucoso, soy tonto. Muy bien, Carla, muy bien.
Carla: Jajajaja. Pero, ¿qué quieres? Tienes a miles de chicas detrás de ti que te están diciendo a todas horas lo perfecto que eres. ¿No te vale con eso?
Dougie: -negó con la cabeza.- Jajaja quiero que me lo digas tú.
Carla: Eres un cabezota. Ahora no pienso decirte nada, por listo. ;D
Dougie: Tss... ¿Ahora quién es la cabezota?
Carla: ¿Siempre eres tan pesado? :)
Dougie: ¿Siempre les dices a tus invitados cosas malas? :)
Carla: Jajajaja. Voto por dejar esta conversación tan absurda. ¿Sabes donde está Inés?
Dougie: Sí. x)
Carla: ¿Y está...?
Dougie: Por ahí... Jajaja
Carla: ¿Cómo que por ahí? ¿Dónde?
Dougie: ¿Qué me das si te lo digo?
Carla: Bfff... Dougie va...
Dougie: Pero si te lo digo, ¿qué me das?
Carla: No lo sé, pero como no me lo digas si sé lo que te voy a dar. Jajajajajajaja.
Dougie: O.o. Jardín, Danny. ¡Pero no me pegues por fa! -cogió un cojín y se lo puso encima de la cabeza.
     Rodé los ojos y me dirigí una una ventana que daba al mini-jardín que tenía la casa. Estaba todo con césped y algunas macetas con flores de Inés. Le encantaban las flores, y se podía tirar mucho tiempo observándolas y regándolas. También había una mesa de madera. Allí solíamos comer cuando hacía mejor tiempo. El resto, sentadas en la hierba haciéndo cualquier tipo de cosa. Y allí estaban ellos dos. Inés y Danny. Por alguna razón desconocida por el momento, estaban bastante animados. Al parecer, ya lo habían arreglado. Aunque la verdad, Inés siempre fue fácil de convencer en cierto modo, todo sea dicho. El caso es que esta chica cada vez me sorprendía más. Siempre había sido muy tímida a la hora de relacionarse con la gente. Y no sé, Danny Jones pues puede propensar a más vergüenza aún si cabe. Me giré sobre mi misma. Dougie me observaba divertido.
Dougie: Por cierto, ¿y Noe?
Carla: ¿Noe? Noe... Pues no sé donde está Noe... ¿Durmiendo, a lo mejor? -me encogí de hombros.
      Volví de nuevo a girar para mirar a Inés y Danny. Esta vez, se levantaban y venían hacia dentro de la casa. Creo que habían visto que yo estaba allí. Danny abrió la puerta y paso Inés, luego él. Inés se dirigió hacia mí dándome un gran abrazo. Su cara derrochaba felicidad. Danny se quedó medio sonriendo mientras cerraba la puerta a sus espaldas. Yo no le apartaba la vista de encima hasta que Inés se separó de mi y me miró.
Inés: ¿Qué t-tal has dor-dormido?
     Sonreí ante tal pregunta. De verdad era raro esta actitud en ella. Pero en cierto modo era bueno, ¿no?
Carla: Bien, bien. -recordé el mensaje de mi compañera.- ¡Ah! Tengo el día libre. Lily me cambió el turno por el de mañana.
 Inés: Geni-al. Los chicos se pu-pueden quedar a co-comer, ¿verdad?
      Uh, si, genial, tenía unas ganas de compartir mesa con Jones flipantes ¬¬
Carla: Pues... No sé, Inés, ellos tendrán cosas que hacer...
Dougie: Que va, que va. Ya sabes, ahora somos los solterones de la casa. Los demás se van por ahí con sus chicas.
     En ese preciso instante bajaba las escaleras Noelia. En pijama y una carilla que daba a entender que aún no era muy consciente de donde estaba. Se quedó en el último escalón y nos observó mientras se tocaba la cabeza con una mano.
Noelia: Carla... -dijo con voz inocente.
Carla: ¿Qué?
Noelia: ¿Dougie Poynter y Danny Jones están en nuestro salón?
Carla: -les miré riendo y luego volví a mirar a Noelia.- Sí, eso parece. Jajaja
Noelia: ¿Entonces no estoy soñando?
Carla: -negué con la cabeza.- No, creo que no.
Noelia: Ah... Bueno... Pues hola Dougie Poynter y Danny Jones, que no sois producto de mi imaginación.
Dougie: ¡Hola! xD
Inés: Me parece a-a mi que dor-mir no te sienta muy bi-en .x) Oye, ¿a ti te parece b-bien que se que-queden a comer los ch-chicos?
Noelia: ¿Cómo? Espera... ¿Qué? ¿Me estás preguntando que si quiero que Danny Jones y Dougie Poynter se queden a comer en casa?
     Inés se separó de mi, riendo con una chiquilla de 5 años y se dirigió hacia Noelia. Cuando estuvo a la altura suficiente, le pegó una colleja.
Inés: ¡Reacciona!
Noelia: ¡Auuuch! Si, si ¿cómo quieres que me parezca? Claro que quiero.
     Las dos me miraron. Danny y Dougie hicieron lo mismo. Era como si estuviesen esperando mi aprovación.
Carla: Está bien... Pero yo aún ni si quiera he desayunado. x)
Dougie: ¿Y a qué esperas, mujer?
Carla: Ya, ya. Sin presiones, ¿vale? – reí.
     Todos se fueron para la cocina. Yo tuve la intención de seguirles, pero Jones, que estaba detrás mía, me lo impidió cogiéndome de la mano y girándome hacia él. Los demás, o no se dieron cuenta, o se dieron cuenta y les dió igual o yo que sé. El caso es que nos dejaron ahí solos.

lunes, 7 de febrero de 2011

~ Capitulo 7;

     Volvimos a casa. La verdad, había sido un día bastante divertido, y lo necesitábamos, en especial Inés. Lo de ser tartamuda no le había ayudado mucho en la vida que digamos. Y encima Danny Jones. Teníamos un gran aprecio por ese grupo. La música, por decirlo así, era como una más de nosotras. Siempre, en nuestros momentos estelares, buenos, malos o regulares, había música. Música que ayuda, opina, emociona y/o inspira. Recuerdo cuando empecé a tocar la guitarra, todo un invento de un profesor del orfanato. El señor Alfred, si no recuerdo mal. Gran, gran persona. Al fin y al cabo, me ayudó siempre. Recuerdo cuando Inés quiso que le enseñase, y como poco a poco iba avanzando. Su cara de felicidad al ver que lo conseguía. Recuerdo a Noelia, que al vernos a nosotras, ella también quiso. Pero nunca le terminó de gustar del todo. Sin embargo, se decantó por el piano. Nunca llegué a saberlo con certeza, pero seguramente fue otro invento del mismo profesor. Se podía decir que esta familia llevaba la música bien cerca.
     Cuando entramos al salón, no solo estaban Noelia y Jack, como esperábamos, sino también Gio y Tom. Todos vinieron a saludarnos.
Gio: ¡Ei! ¿Cómo ha ido el día? :D
Carla: Si, bien. Pero... Pero... ¿Tú y Tom? O sea... ¿Qué? Qué calladito te lo tenías, bonita. Jajajajajaja.
Gio: Si... Bueno... Yo... Jajajaja.- le dió la risa tonta.
Carla: ¡Anda, vamos! Jajajaja
     Pasamos al salón y nos acoplamos en los sofás.
Carla: ¿Y cómo vosotros por aquí?
     No sé si algún día me acostumbraría a tener a alguno de esos chicos en el salón de mi casa...
 Tom: Pues nada... Danny vino a... Ya sabes, hablar con Inés y eso...
Carla: ¿Qué?
Inés: ¿En-en serio?
Carla: Será...
Noelia: Pero se fue al ver que no estaba.- dijo interrumpiéndome.
Carla: Mejor. -dije con tono seco.
Gio: Carla, tía, no hace falta que seas así. Solo venía a disculparse...
Carla: -subiendo el tono de mi voz.- ¡Si hubiera pensado las cosas un poco no haría falta que se disculpase! -respiré hondo y me tranquilicé.- Joder, Gio, lo siento, pero es que...
Gio: -se levantó hacia mí.- No pasa nada :) Todos tenemos que pedir perdón alguna vez, no somos perfectos, ¿verdad? -me besó en la mejilla y se volvió para Tom.- Nosotros no vamos ya, ¿no?
Tom: Sí.- se levantó, vino hacia mí y me besó en la mejilla como Gio.- Danny es muy buen tipo. Solo habéis empezado con mal pie. Deberías conocerlo mejor ;).
     Seguidamente se despidieron con los demás con sus fantásticas sonrisas y un movimiento de mano. Noelia los acompañó a la puerta.
Jack: Bueno, también es hora de que me vaya yo. -se giró hacia mi.- Tendrías que darle una segunda oportudidad. Tom y Gio tienen razón.
     Tenían razón. Y una parte de mí lo sabía perfectamente, pero otra decía que no. Que no se merecía nada. Que le había hecho daño a Inés y eso me dolía incluso más a mi. Jack se fue a la puerta, donde aún estaba Noelia. Yo caí en el sofá, con la mirada perdida, debatiendo mentalmente que hacer. Inés se sentó a mi lado y apoyó su cabeza en mi hombro.
Inés: ¿Ti-tienen ra-zón?
Carla: No lo sé. Puede. Pero no quiero que vuelva a ocurrir nada de ayer otra vez. Porque sino...
Inés: Yo no qui-quiero estar enfa-fadada con él...
Carla: Bueno, tú no te preocupes, ya veremos lo que hacemos, ¿vale?
     Inés se limitó a asentir. Puede que no le convenciera, a mi tampoco lo hacía. Solo podíamos esperar, ya que no era cuestión de ir a hablar con él, a su casa, ni de coña. Ni que fuéramos perros falderos ¬.¬ . Noelia volvió a entrar al salón. Ya había despedido a los chicos.
Carla: Bueno, ¿y tú qué?
Noelia: Yo nada. Jajajajajaja
Inés: ¿Y aho-ra por qué te-te ríes? x) -dijo sentándose bien en el sofá.
Noelia: -se encogió de hombros.- No sé. Jack me ha dicho que ha cortado con ''la otra'', pero no sé, se ve que estaba - o está- bastante pillado por ella... -se quedó pensativa un segundo.- Baaah... Jajajaja
Carla: Aún no lo pillo... x) Bueno, mientras seas feliz. x)
Noelia: Pues eso. Que el día ha estado muy, muy bien.
Inés: Deta-talles YA ;)
     Noelia nos empezó a contar lo habían hecho, y claro, nosotras no fuimos menos. Y sin darnos cuenta, entre unas cosas y otras, empezamos una de nuestras conversaciones que se quedan para los restos. Para terminar aquel día, cogimos algo para cenar. Poca cosa, la verdad, no había muchas ganas. Seguidamente a la cama. No sé cómo lo hago, pero de nuevo, todas las paranoias que habían desaparecido mientras hablaba con las chicas, volvieron. Eso no es bueno. Asi que opté por coger el iPod y poner algo de música. Sí, eso siempre funcionaba. Le bajé el volumen, en plan relajación, y poco a poco, inconscientemente, me quedé dormida.
Al día siguiente.
     Me despertó el sonido de mi móvil al vibrar en la mesita de al lado de mi cama. Un mensaje. Sin abrir del todo los ojos, me giré sobre mi misma apoyándome en un costado. Eso hizo que me claváse el auricular del Ipod. Sí, muy inteligente yo. Me quité los auriculares y miré el Ipod. Se había apagado, seguramente se habría quedado sin batería. Alargué mi mano y lo dejé en la mesita, de paso, cogí el móvil. Primero, hora. 9.27. Segundo, mensaje. Lily, mi compañera del bar. Me cambiaba el turno. Aparté la mirada de la pantalla de teléfono e hizé un esfurzo por acordarme. Al final, logré recordar que tenía turno por la tarde. Pero si Lily me lo cambiaba, sería mañana por la mañana. Conclusión, de nuevo, día libre. Volví a mirar la hora. 9.33. Puff... Me daba mucha pereza levantarme. Cuando digo mucha, es mucha. Total, tenía el día libre, asi que un ratito más en la cama no pasaría nada.
     De nuevo algo interrumpió mi sueño. Esta vez el timbre. Tsss -.- Volví a mirar el reloj del móvil. 10.47. Bueno, suponía que sería la hora de levantarse ya, además con el sonido tan ''maravilloso'' del timbre, no te daban más ganas de seguir durmiendo ¬¬'. Me levanté a duras penas y subí la persina. Tiempo nublado, típico de allí. Por mucho que no me gustara, había que aguantarse, por lo menos, hasta que Noelia inventase aquella máquina que sería capaz de cambiar el tiempo a soleado xD. Me vestí y me arreglé un poco, lo justo. No era cuestión de bajar en pijama y la/el que fuera que hubiese entrado en casa me viera con esas pintas.

sábado, 5 de febrero de 2011

~ Capitulo 6;

     Me levanté a eso de las diez y pico. El día había amanecido bastante soleado, aunque desde mi habitación podía comprobar que hacía viento, y seguramente frío. Salí al pasillo, me dirigí a las escaleras, pero cuando pasé por la habitación de Inés, vi que la puerta estaba abrierta. Asomé la cabeza, pero ella no estaba. Seguí mi camino y abajo caminé hasta la cocina. Y allí me la encontré, preparando el desayuno, bastante feliz ella.
Carla: ¿Pero qué haces? :)
Inés: Buenos dí-días :D -vinó hasta mi y me dió un beso en la mejilla.- Tosta-das, ¿quieres?
Carla: ¡Sí! :D
     Me senté en la mesa, mientras Inés colocaba un plato delante de mi. Despues lo llenó de dos rebanas de pan tostado. Seguidamente puso un vaso con leche. Para ella puso lo mismo.
Inés: Bueno, ¿a dón-dónde vamos a-a ir? -dijo con una sonrisa demasiada exagerada.
Carla: ¿Cómo? -mientras untaba mantequilla.
Inés: ¿No recuer-das? Hoy pasa-mos el día fu-fuera, y Noe se que-da aquí con Jack.
Carla: Ahh eso. -no me acordaba.- Pues no sé... ¿Tú a dónde quieres ir?
Inés: ¿Con Alice y-y Gio a la tienda de ro-pa?
Carla: Inés, hoy es domingo. Está cerrado. ¿Qué te parece un paseo por Londres, una visita al London Eye, McDonals, helado y parque?
Inés: ¡Xiiiii! :D
Carla: Jajajaja pues nada, dúch...
Inés: Yo ya es-estoy. :)
     Le miré de arriba a abajo. No me había fijado, pero ya estaba vestida y todo. Solo le faltaba ponerse algunas zapatillas.
Carla: Bueno, bueno, pues... haz lo que quieras mientras yo me preparo. -me levanté, cuando estaba en la puerta, me volví.- No hagas mucho ruido, que despiertas a la Bella Durmiente ;)
     Subí a mi cuarto, me duché, me vestí, un poco de maquillaje y lista. Cuando terminé, Inés había optado por jugar a la Play (como no) y Noe aún no se había levantado.
Carla: ¿Todavía no se ha levantado?
Inés: Se acosta-ría tarde a-anoche... Jajajaja
Carla: Jajajaja será eso. Voy a dejarle una not...
Inés: Ya se la he pu-pueto yo. :)
Carla: Ay, chica, estás en todo. -le besé en la mejilla.- Pues vamos. :D
     Y como habíamos planeado, fuimos tranquilamente hasta el centro de Londres. Allí nos pusimos en la cola para entrar en el London Eye, y aunque tardamos bastante, nos lo pasamos pipa. Estar ahí arriba siempre me había parecido una experiencia íncreible. Ves todo Londres, esas pequeñas personitas, que al ser tan pequeñas te hace sentir importante. Ves todos los edificios y casas y te imaginas como sería volar por encima de ellos. Ves el río, con el agua congelada seguro. Ves los parques llenos de niños. Ves grupos de amigos, gente en pareja y solitarios también. Ves que el mundo se mueve y no para, y eso si que da realmente vértigo.
     Cuando bajamos ya era hora de comer, asi que, como ya habíamos dicho, McDonals. Más tarde, nos compramos un helado y fuimos a un parque. Enorme. Lleno de gente, y sobre todo niños. A Inés le encantan los niños. Disfruta solo viéndolos. Pero esta vez vió a un grupito de niñas que jugaban a las muñecas y quiso ir a jugar un rato con ellas. La dejé y ahí estuvo un buen rato con ellas, hasta que se fueron, entonces volvimos a dar otro laaaargo paseo, divertido como el que más.
Mientras:
     Jack y Noelia se pasaron el día hablando un poco (o mucho) de todo. Jack le había como contado porqué se había ido a vivir con su hermana allí. Los dos querían independizarse, y claro, no les llegaba, asi que decidieron ir los dos a una misma casa. La casa la eligieron porque estaba cerca de la de su primo Tom, con el que se llevan genial, como un hermano más. Gracias a Tom, conocieron a los demás chicos del grupo. Así empezó Alice con Harry. Y gracias a Alice, ahora Tom sale con su mejor amiga, Gio. Noelia también le contó su historia, nuestra historia. El orfanato donde había vivido desde siempre. Poco sabía de su familia biólogica, y menos ya le importaba. Ahora quería vivir su vida, hacerse como persona. Alguien de provecho. Noelia hizo la comida, aunque con la ayuda de Jack. Es que Noelia no es muy buena que digamos en la cocina u.u'. Pero al fin y al cabo, salió muy rico todo. Y aunque hablaron de todo, Noelia tuvo la necesidad de sacar el tema Stella, que le llevaba comiendo la cabeza desde que lo supo.
Noelia: Oye, Jack, una cosilla...
Jack: ¿Si? ¿Qué?
Noelia: ¿Qué tal con... -carraspeó.- Stella?
     A Jack le cambió el rostro solo con escuchar su nombre.
Jack: Stella... Si Stella... Pues bueno... hemos estado mejor, la verdad...
Noelia: ¿Y eso?
Jack: Hemos cortado.
Noelia: Ah... Bueno... Yo... Lo siento y eso...
Jack: Jajajaja ¡Baah! ¡Da igual!
     Jack, aunque él dijera que no pasaba nada, se le notaba afectado. Por lo visto estaba bien colado por la Stella de las narices. Noelia no quiso meterse más en el tema, y dejarlo estar. Esta conversación de Stella parecía haberles cortado un poco el rollo. Y para animar un poco la cosa, pusieron la Play (como no) y divertirse un rato. Pareció dar resultado por que en cuestión de minutos ya estaban riéndose a carcajada limpia. A lo suyo, cuando llamaron el timbre. Noelia fue a abrir. Allí se encontró a Tom y Gio, y detrás de ellos, cabizbajo, el gran Danny Jones ¬¬.
Noelia: ¡Chicos! -saludó a Tom y Gio.- ¿Qué hace él aquí? -dijo mirando con indiferencia a Danny.
     Ellos en vez de contestar, giraron su cabeza hacia él, dándole a entender que respondiera el solito.
Danny: -lentamente alzó la mirada.- Yo... vengo a disculparme con Inés...
Noelia: Ahora ¿no? Pues mira, bonico, Inés no está. Tendrás que volver en otro momento. Y espero que sea por que tú quieres, no porque te hayan obligado Tom, Gio y demás, ¿estamos?
     Tom y Gio se quedaron con una cara de ''¿cómo lo sabe?'' y Danny no supo que responder. Se fue de mala manera, sin un simple adiós. Noelia se quedó más que satisfecha e invitó a pasar a Gio y Tom dentro.
Mientras:
Inés: Carla... es-toy muy cansa-da, ¿nos va-vamos ya? -dijo con cara penilla.
Carla: Sí. Yo también lo estoy. Taxi, ¿verdad?
Inés: ¡Porfis!
     Cogimos el primer taxi que pudimos. No fue fácil, pero finalmente lo conseguimos. Tardamos un poco en volver, porque no se como, con tanto paseo habíamos acabado en la otra punta de la ciudad.