miércoles, 3 de agosto de 2011

~ Capítulo 34;

Hey, hey, heeey. María picada al habla. (Ejem, Alex y Yai, ejeeeem)
Pues nada, capítulo largo, lo advierto.
Deciros que ya sí tengo todos los capítulos escrito. 49 capítulos más un cap especial 50 'epílogo'
Pero eso ahora no debe importaros, que aún vais por el 34. xD
Enjoy it! <333
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POV DANNY.
Dougie y Carla se fueron. Hablar con Carla en su momento fue como la paz que necesitaba para relajar mi mente. Todo iba bien, mejor que bien. Hasta que me dijo que operaban a Inés la semana que viene. Un sentimiento insólito me abordó. Sin saber aún porqué la operarían me creí culpable. Algo egocéntrico por mi parte, pero fue así. Pensé que le había hecho daño y me puse muy nervioso. Me preocupé y mi corazón se aceleró demasiado. Estuve a punto de salir corriendo a buscar a Inés y comprobar que estaba bien. Luego Carla me aclaró el porqué de la operación. Eso me tranquilizó un poco. Pero solo un poco. Las operaciones nunca me dieron buena espina, y después de la reacción que había tenido con saber que la operaban, no me quería ni imaginar cómo me pondría si le pasase algo.
Pensé que ese el momento oportuno para ir a verla, hablar con ella. Aún mi cabeza no sabía muy bien qué hacer, pero quizás eso le ayudase. Me levanté, porque aún seguía sentado en el escalón de la puerta. Cerré la puerta y me fui a casa de las chicas. Llamé al timbre y tuve que esperar, como siempre, unos minutos. Al fin, Noelia abrió la puerta.
Noelia: ¿Otra vez aquí, Jones? –preguntó. Noté que esta vez estaba de mucho, mucho mejor humor. - ¡Inés, Jones está aquí! –gritó yendo de nuevo hacia dentro de la casa, sin esperar si quiera a que abriese la boca.
El precioso rostro de Inés asomó a lo lejos. Al verme dudó unos segundos, luego vino hacia la puerta y me sostuvo la mirada callada.
Danny: Emm… Hola… -dije tímido.
Eso era otro tema. Desde aquel beso en el probador, miraba de forma distinta a Inés. Me ponía algo nervioso al estar con ella y hablarle. Intenté disimularlo lo máximo posible.
Inés: ¿Q-Querías algo?
Danny: No. Bueno sí. –me miraba con una ceja levantada y parecía que le divertía mi torpeza. Sonreí como un idiota y ella me imitó. – La verdad… bueno, venía a verte.
Esa respuesta definitiva pareció sorprenderle ya que abrió mucho los ojos.
Inés: ¿A-A mí? –preguntó algo incrédula.
Danny: Sí, eso es lo que acabo de decir. –reí. Ella sonrió algo nerviosa.
Inés: Bueno… Eh… Pasa. –dijo finalmente. Se apartó hacia un lado y me dejó espacio.
Me quedé en la entrada. Al ver que no pasaba a dentro de la casa, Inés pasó por mi lado y entró ella primero. Yo la seguí. Se paró en el salón. Allí, Noe jugaba a la consola. Yo observaba de nuevo la casa como si no hubiera estado nunca.
Noelia: ¿Molesto? –preguntó sin apartar la vista del televisor.
Inés: Pues… La v-verdad…
Danny: ¿Te acuerdas aquella conversación en el jardín cuando nos conocimos? – la corté mirando las ventanas que daban al jardín del que hablaba.
Inés primero me miró a mí, luego miró hacia el mismo sitio que yo. Sonrió y me agarró del brazo sacándome fuera y sentándome junto a ella en la hierba. Estaba atardeciendo, y aunque desde allí no había muy buenas vistas a lo lejos –sólo las hay desde el último piso de la casa –el cielo anaranjado y los miles de pájaros que sobrevolaban nuestras cabezas era una imagen preciosa.
Estábamos sentados con las piernas estiradas, las manos y parte de los brazos en el césped, con nuestra cabeza alzada hacia el cielo.
Inés: ¿Y… Por qué q-querías ver-me? –dijo después de un prolongado silencio.
Danny: Pues… -dudé.- No sé…
De nuevo, ella se quedó callada esperando que dijera algo más. Desde luego no estaba conforme con mi respuesta.
Danny: Carla me ha contado lo de la operación.
Inés: Ah. –dijo casi en un susurro.
Danny: Quiero… Quiero que sepas que yo, y lo demás, -añadí. – vamos a estar contigo y no te va a pasar nada malo. –ella se limitó a asentir, mientras su mirada seguía en el cielo.
Me había costado mucho decir esa maldita frase para solo conseguir que aprobara con la cabeza.
Inés: Gracias. –dijo finalmente.
El canto de los muchos pájaros en el aire suavizaba los silencios que se producían en nuestra conversación.
Inés: Luego e-estaré una o d-dos semanas sin p-poder ha-blar. –rió, según mi opinión por no llorar.
Danny: Entonces será mejor que digas ahora lo que no podrás decir la semana que viene. –contesté rápido. Ella me miró extrañada.
Inés: ¿Q-Qué quieres d-decir? –inquirió mirándome.
Ni yo sabía lo que había querido decir con aquello.
Danny: Yo… no sé… No quería que te lo tomaras a mal…
Inés: Ge-nial, Danny. –dijo algo mosqueada.
Danny: ¿Y ahora qué pasa? –pregunté sin entender.
Inés: Nada, d-da igual. ¿S-Sabes qué? Será m-mejor que lo d-dejemos. –dijo levantándose.
Hice lo mismo y siendo más rápido me puse delante de ella, impidiendo que entrara dentro de casa y acabase esa conversación.
Danny: No. Inés, dime que pasa. –ella intentó esquivarme pero la agarré de los brazos.
Inés: T-Te he d-dicho que nada.
Danny: Ya sé lo que me has dicho. Ahora dime que pasa. –ella silenció. – ¿Es por lo de que digas ahora lo que no podrás decir la semana que viene? Lo he dicho sin pensar, ¿vale? Lo siento si te ha molestado. –me disculpé alterado.
Inés: ¡Joder, Danny! –gritó. –Hay cosas que q-quiero decir, p-pero no digo por…
Danny: ¿Por…? –dije esperando a que continuara.
Inés: En serio, Danny. D-Déjalo. –intentó escabullirse de nuevo. No la dejé.
Danny: ¿Por miedo? ¿Por vergüenza? ¿Por el qué dirán?
Inés: Por ti.
Disminuí la fuerza que estaba haciendo sobre sus brazos. Analizaba buscando ayuda en sus ojos el porqué de esa respuesta. ‘Por ti’ Por mí. Por mi culpa.
Danny: ¿Por qué dices eso? Sabes que yo nunca te juzgaría por nada.
Inés: No, no lo sé. Ese es el prob-blema.
Negué la cabeza sin entender y sin creer aun lo que estaba oyendo.
Danny: Esto es increíble… -me dije a mí mismo.
Inés: No tanto. –me contestó. – ¡Joder Danny! –gritó desesperada. - ¿Qué mierda pasaría si te dijera ahora mismo que te quiero, eh? –Elevaba su tono de voz enfadada.-  Dejarías de hablarme, me ignorarías, me esquivarías incluso. ¿Quién quiere a una tartamuda detrás de su culo? –enojada fue soltando cada una de las palabras como puñaladas que me dolían, además sus ojos se llenaron de lágrimas llenas de rabia.
Danny: Pensaba que en aquel beso te lo había dicho todo.
Inés: Yo también.  T-Te juro que lo sen-tí. –miró al cielo e intentó tragar sus lágrimas. –Luego te acostaste con Carla.
Danny: Olvida eso. –le sujeté la cara con mis manos.
Sus ojos se habían puesto ligeramente rojos y su labio inferior temblaba un poco. No quiso mirarme y prefirió cerrar los ojos, dejando caer con ese parpadeo un fino canal de agua salada.
Danny: Olvídalo. –repetí.
Inés: Danny…
Danny: ¿Qué? –aun con su cara entre mis manos.
Inés: Te quiero.
La seguridad con la que lo había dicho me puso los pelos de punta. Sin quererlo mis ojos ahora estaban vidriosos. Me mordí el labio inferior  para oprimir las lágrimas. La observé de nuevo unos segundos. Segundos antes de juntar nuestras bocas y unir nuestros sentimientos, en ese momento, muy a flor de piel. Noté su piel húmeda en mi mejilla. Noté como iba lento y saboreándolo todo al detalle. Noté como sus pequeñas manos se situaban en mi nuca con delicadeza. Noté como el temblor fue desapareciendo y como mi organismo, y seguramente el suyo también, me pedía oxígeno. Y a muy pesar mío, tuve que separarme de su boca. No mucho, lo suficiente para coger aire.
Sonreí sutilmente, aun con la respiración acelerada. Me fijé como a Inés se le volvieron a llenar los ojos de lágrimas y que no tenía muchas fuerzas para poder controlarlas. Como una cría se puso a llorar a la vez que escondía su cara en mi cuello, agarrándome con fuerza por la espalda.
Inés: Idiota… -dijo entre lágrimas.
Danny: ¿Gracias? –reí mientras le acariciaba la suave melena. –No, Inés, ahora en serio. –se separó y me miró. –Deja de llorar, ¿va?
Con la ayuda de mis dedos le limpié la cara. Mientras tanto, ella se percató de mi herida. Incrustó su vista en ella y antes de que dijera o preguntara nada le aclaré sus dudas.
Danny: Dougie es muy agresivo a veces. -Reí.
Sin entender muy bien que me había pasado acercó sus labios a mi mejilla y me besó con dulzura justo encima del corte. Al separarse me sonrió y yo hice lo mismo.
Inés: No sé si quiero saberlo.
Danny: Lo más seguro es que no.
Los dos sonreímos como idiotas, para finalmente, volver a besarnos. Volver a sentir esa sensación, volver a sentir que algo empezaba a cobrar sentido.

4 comentarios:

  1. Buéh, ¿qué te voy a decir que no sepas ya? ¿Que me ha encantado? ¿Que necesito más? Pues... ¡sí, necesito más! ¡¡¡¡¡Sube pronto, por Dios!!!!! :D
    Te quiero (L)

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  2. pero que cosa más encantosa por dios!!!
    Danielo e inés, Danielo e inés (8) jo, que generally awesome :3
    y nada, que a mi también me encanta. Normal..
    y ya que tienes los caps escritos... sube! sube pronto! pero sube! muahahaha
    te lof xxxxxxxxxxxxx

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  3. que bonitooo *-*
    Ya que los tienes escritos, sube alguno más...que estoy super picada jaja
    Un beso :)

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  4. Ay que bonitooooooooooooooooooooooooooooooo! T.T
    Me he leido la historia en dos días, y cada vez me gusta más y más....

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