CAPITULO 40;
POV CARLA.
Tom y Gio se fueron después de haberles dado la noticia de que Jack y Alice se iba. Ellos no se quedaron cortos con la noticia del bebé.
Carla: ¡Vais a ser titos! –grité a los chicos divertida.
Danny: Uff… Me da dolor de cabeza solo de pensarlo.
Dougie: ¿Tú eres consciente de todo lo que hace un bebé? –dijo acercándose a mí, agarrándome dulcemente de la cintura.
Danny: En serio, cambiemos de tema. –dijo riendo.
Inés: P-pero que idio-tas que so-is. –fue con una sonrisa a abrazar a Danny.
Danny: Ya no me molesta que me digas idiota. Me lo dices tantas veces al día que ahora me es insignificante. –Río, ganándose un gesto de burla por parte de Inés.
Carla: ¿Qué vamos a hacer hoy?
Dougie: Tú y yo ya sé lo que vamos a hacer ahora por la mañana. Por la tarde eliges tú.
Carla: Uhh… ¿y qué es?
Dougie: ¿En serio crees que te lo voy a decir? –suspiré resignada, sabiendo que no me diría nada.
Inés miraba a Danny esperando a que dijese que iban a hacer ellos dos. Danny por el contrario, no había pensado nada.
Danny: Hmmm… Sea lo que sea que vayan a hacer estos dos, lo nuestro será mucho mejor. –Inés arqueó una ceja.
Inés: Ya… No has p-pensado na-da, Dan. No m-mientas. –rió.
Danny: ¿Qué no? –dijo ofendido. –Vas a flipar. –Inés negó con la cabeza, insinuando que no tenía remedio.
Carla: Bueno, antes de nada me voy a duchar. ¿Inés, vienes?
Dougie: ¿Os ducháis juntas?
Carla: Idiota, que si viene conmigo a casa, que yo me voy a duchar. –reí dándole un golpe en el brazo.
Dougie: ¿Y por qué no te duchas aquí?
Carla: No tengo ropa.
Dougie: ¿Y cuál es el problema?
Carla: El problema es que yo suelo llevar ropa, ¿sabes? –Dougie fue a abrir la boca pero le paré. –Dougie, cariño, deja esta conversación, que te conozco. –reí divertida mientras le besaba. -¿Inés?
Inés: Voy c-con Carla a mi ca-sa. A ver si cuando v-vuelva has pen-sado algo. –le dijo a Danny.
Danny: Lo tengo más que pensado. –dijo orgulloso.
Inés: Lo q-que tú di-gas, amor. –soltó una carcajada y le besó en forma de despedida.
Hice lo mismo con Doug y en menos de cinco minutos estábamos las dos en casa de nuevo.
Carla: Ejem… -exageré mi tos. -¿Qué tal la noche?
Inés: Bien. –se limitó a decir.
Carla: ¿Bien? ¿Sólo bien? Dios, Inés, la mía ha sido… Uff… perfecta. –no pude resistirme a decir eso. Inés me miró con una sonrisa divertida. –Pero en fin, cuéntame tú. ¿Qué es eso de que pasas una noche con Danny Jones y solo está ‘bien’?
Inés: Es que n-no pasó na-da. Solo d-dormimos jun-tos. Y est-tuvo bien. A ver, quiero q-que sea con él, pero aún…
Carla: ¿Y Danny…?
Inés: Dijo que m-me respe-taba.
Carla: ¡Vaya! –exclamé sorprendida. -¡Estás amansando a la fiera! –la rodeé con los brazos y la zarandeé de un lado a otro. Ella rió escandalosamente. –Me voy a duchar, anda. –una vez que la solté.
Inés: Ahora q-que lo pienso, no sé p-para qué he ven-nido.
Carla: Para cotillear conmigo. –reí. – Ponte algún documental de animales en la tele mientras termino, que a lo mejor te dicen más trucos de cómo tratar a Danny. –recibí un ‘cariñoso’ cojín en la cara, que no pude evitar por la risa, por parte de Inés, que también reía.
Subí las escaleras mientras oía como Inés había puesto la tele. Yo seguía convencida de que ver un documental de ese tipo daba todas las claves para domar a Danny. Reí para mis adentros. Fui para mi habitación y elegí la ropa, me tiré un buen rato, porque ya que Doug tenía pensado algo para hacer, sería algo especial, y tenía que ir vestida para la ocasión. Cuando lo hice, me metí en el baño rápido y me duché con la misma velocidad. Tenía ganas de saber qué era eso que Dougie tenía preparado, de estar con él, de abrazarlo, de besarlo, de olvidarme de la hora por momentos, de disfrutar, de ser feliz.
Ya lista, bajé abajo. Oí risas. Risas inconfundibles. Dougie estaba en el salón. Y con Danny e Inés. Bajé sonriendo, pensando en lo que me esperaba. Dougie en un sillón reía sin poder parar, en otro, Inés también lo hacía pero con menos intensidad, ya que consolaba a un enfadado Danny. En la tele, un documental.
Carla: Hola feos. –salté por encima del sillón donde estaba Doug y me senté a su lado, dándole un beso en la mejilla. Éste no podía parar de reír, incluso se secaba algunas lágrimas que se le habían saltado. –Veo que mi idea de ver documentales ha tenido éxito.
Danny: ¿Idea tuya? No me extraña.
Dougie: Woo… Chócala. –dijo alzando sus cinco. Así lo hice. –Muy buena.
Un poco más de risas, de peleas de cojines por parte de Danny, de revanchas por parte de Dougie y mía, y alguno desviado que terminaba en Inés, volvía a nosotros.
Carla: Está bien, me rindo. –dije al fin. Dougie mi miró indignado. Yo lo hice suplicando que ya fuera hora de irse, entonces él comprendió.
Dougie: Bueno, vale… -dijo levantándose. –Esto no acaba aquí, chicos. –dijo retando a los chicos, señalándolos.
Cuando íbamos para la puerta, una funda de guitarra negra de cuero se escondía detrás del perchero.
Carla: ¿Y esto? –le pregunté a Dougie.
Dougie: No sé. –se encogió de hombros. –Es la guitarra de Danny. La ha traído antes, quiere hacer algo con ella y con Inés.
Sonreí al imaginarme que era lo que se había pasado por la cabeza de Danny. Pero ahora no me importaba demasiado. Ahora me importaba Dougie, Dougie y sus besos, Dougie y sus mimos, Dougie y su sorpresa.
ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooh! *-*
ResponderEliminar