domingo, 18 de septiembre de 2011

~ Capítulo 41;

Hello, pequeños duendecillos del bosque!
He vuelto, sí. Se acabó lo de subir cada 30894756 años. Ahora intentaré hacerlo más regularmente.
Pero no os hagáis muchas ilus, que ya sabéis que a esto le queda poco.
Quería comentaros otra cosa.. (HABLANDO DE COMENTAR... EJEM, EJEM...) no olvidaros del otro blog de historias cortas (Sin ir más lejos, ¿te imaginas?).
En fin.. Este cap es cortito pero necesario. Enjoy it.
LOOOOOOOOOVE. <3                          


Carla: ¿A dónde me lleva, mi Capitán? –estaba enfrente de Dougie, con sus manos agarradas a las mías, guiándome, porque estaba andando de espaldas.
Dougie: A donde nos conduzca el viento.
Carla: Pues vaya ruta.
Dougie: La más divertida. Te puedes esperar cualquier cosa. Sea lo que sea, será sorpresa.
Carla: Bueno… Algo de sentido tiene.
Dougie: ¡Pues claro que lo tiene! ¿Dudabas del Capitán?
Carla: Oh, no, para nada. –reí.
Dougie: Eso espero. Que si no…
Carla: Si no, ¿qué?
Dougie: Mejor no te lo digo, esta noche podrías tener pesadillas.
Carla: Ah, pero por eso no hay problema. Resulta que tengo a un novio supercalifragilisticoespialidoso que me protege de todo.
Dougie: ¿Más supercalifragilisticoespialidoso incluso que yo?
Carla: Bufff… ¡Mucho más!
Dougie: Con que sí, eh. Ahora verás. –me agarró fuerte antes de que pudiese escapar y me sacudió de un lado para otro, a pesar de mis gritos y mis golpes en su espalda.
Carla: Como llame a mi novio se va a enterar, Capitán de pacotilla.
Dougie: Oy, lo que me ha dicho. –dijo ofendido. Cansado me dejó en el suelo.
Carla: ¿Ves? No tiene ni fuerzas. –Dougie me sacó la lengua burlón y yo le besé divertida. -¿Y después de este numerito, qué? –pregunté aún agarrada a su cuello.
Dougie fue a contestar, pero empezó a sonar su móvil. Me aparté de él, molesta porque interrumpían en el momento más oportuno.
POV DANNY.
Danny: Si no te importa antes de nada, voy a apagar la tele. –los dos reímos mientras me levantaba y le daba al botón ‘off’.
Inés: ¿Has p-pensado en al-go p-para hacer?
Danny: Ajam. –dije volviéndome a sentar al lado de Inés.
Inés: ¿Y me va a g-gustar?
Danny: Mucho. –le respondí acercando mi rostro al suyo. –Pero antes… -me separé rápidamente dejándola con todas las ganas de un beso. –quiero que vayas a por una cosita.
Inés: No soy tu cria-da, ¿sabes? –dijo molesta por lo del beso. Reí al darme cuenta y le besé sin que se lo esperase.
Danny: Trae tu guitarra, por fa. –le pedí. Ella me miró sin comprender. –Por favor… -repetí suplicante.
Ella se levantó bajo mi atenta mirada y subió las escaleras. Hasta que no desapareció por ellas no me levanté y fui hasta la entrada, donde había dejado la mía al llegar antes. Como el que no quiere la cosa, volví a mi sitio, y la coloqué entre mis piernas. Me aguaté todas las ganas de hacerla sonar en ese momento, quería esperar a Inés.
Inés: ¡Eh! –gritó mientras bajaba por las escaleras. -¿C-cómo ha lle-gado eso hasta a-quí?
Danny: Magia.
Inés: Ya, claro… -se sentó a mi lado con su guitarra también en su correcta posición. -¿Y para q-qué quieres la m-mía?
Danny: Y de nuevo me pregunto… ¿Tú eres la lista de los dos? –reí e Inés me dio un leve codazo. – Tú tocarás con tu guitarra y yo con la mía. ¿Te parece?
Inés: Hmmm… Suena bien.
Danny: Y mejor que sonará. Además, cantarás conmigo. –La boca de Inés formó una perfecta ‘O’. -¡Por favor!
Inés: N-no puedo… -se levantó del sofá y dejó la guitarra en él. Yo la imité.
Danny: Inés, escúchame. Sí puedes.
Inés: Me pa-rece una broma q-que me estés pidiendo e-esto.
Danny: ¿No lo harás por mí?
Inés: Lo haría, te lo juro. Pero no… n-no pue-do.
Le sostuve la mirada. Odiaba que tuviera tan poca confianza en sí misma. Y lo peor es que no me hacía caso. En algún momento pensé que ahora, al estar con ella y salir juntos, confiaría más en mí, y de paso, en ella. Suspiré resignado.
Danny: Está bien. Pero me molesta que no quieras hacerlo. –dije abrazándola.
Inés: Danny… -se separó de mí.
Danny: Nada. Solo te digo que me molesta. No estoy enfadado ni nada. –la besé en los labios dulcemente. -¿La guitarra si la tocarás conmigo, verdad? –ella asintió.
Nos sentamos en el sofá y cogimos las guitarras. Nos miramos durante unos segundos, preguntándonos con la mirada que tocábamos. Empecé una melodía que Inés captó al segundo y me siguió enseguida.
Everyday feels like a Monday…”  
Estaba en el solo de guitarra, en el ‘Oooooh…’ en el que me dejo la garganta, en el que se me hincha la vena e Inés sonríe divertida, cuando sonó mi móvil.

3 comentarios:

  1. ¿El móvil? ¿El móvil? ¿Quién carajo puede ser tan inoportuno, joder? Jajajaja Con lo bonitas que eran las escenas... :______

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  2. a ver a ver no lo dejes asi?!
    Porque ha sonado el movil todo el rato?!
    que pasa que pasaaaaaaaaaaaaa?!
    Tom y gio han convencido a ciertas peronas?!
    nos e a veeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeer

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  3. qué pasa hoy con los móviles?
    que nervios :$ jaja

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