Llevábamos unos pocos minutos esperando a los chicos. Al rato, salió Dougie, solo, mientras se ponía la chaqueta. Vino hasta donde nosotras estábamos.
Carla: Y... ¿Y Jones? -dije sorprendida.
Dougie: Pues Jones ahora vendrá. Ya sabes que él es más lento que el resto del mundo. -rió.
En ese momento salió Danny de la puerta, ya con la chaqueta puesta, una negra de cuero.
Danny: Te he escuchado, enano. Pasa las llaves. -gritó desde la puerta.
Dougie se giró pra mirarlo. Varió unos segundos, pero finalmente metió la mano en el bolsillo de su chaqueta y le lanzó las llaves a distancia. Los tres observamos como Danny cerraba la puerta y se acerba a nosotros.
Danny: Bueno, ¿qué? ¿Nos vamos ya?
Nuestra contestación fue empezar a andar. No ibamos muy lentos pero tampoco como balas. Un paso perfecto para poder contemplar con todo detalle a nuestro alrededor y a la vez, poder escucharnos entre nosotros, sin nuestra respiración acelerada que nos lo impidiese. Poco a poco nos fuimos acercando al centro de Londres. Londres siempre fue una ciudad viva, llena de coches, autobuses rojos, turistas, tiendas, cafés, monumentos, personas. Londres siempre fue una ciudad con nubes encima, pero que sus habitantes cambiaban, dejando que eso no fuese un impedimento para cualquier día feliz. Londres siempre fue una ciudad donde a las cosas más cutres o feas, parecían lo mejor del mundo, solo por el hecho de pertenecer allí. Inés y yo no puedimos renunciar a pararnos en más de una tienda. Los chicos, haciéndose los resignados nos seguían, pero sabíamos perfectamente que les encantaba la ropa, tanto o más que a nosotras. Asi que para darles un poco el guste también estuvimos mirando ropa de chico. Danny había estado un poco ausente durante el rato de paseo, estaba distinto, pero eso le levantó el ánimo. Una vez dentro de una tienda enorme, cada uno se expandió hacía un lado distinto.
Carla: Venga, pruébate esto. -sonreí ilusionada a Danny, enseñándole una camiseta.
Danny: Ni de coña. Es horrible. -rió.
Inés: ¿A ver? -preguntó apareciendo por detrás mía.- Oinss, p-pero si es súper b-bonita.
Danny: ¿Y ese es el gusto que tenéis vosotras con la moda? -inquirió divertido.
Dougie: ¡Mirad esto! -nos dijo acercándose a nosotros con una prenda en la mano. Cuando llegó a nuestro lado la abrió para que la viésemos. Era un vestido de rayas azules y blancas con un cuello de barca, que perfectamente se pondía poner con un hombro caído.- No me digáis que no es mono.
Inés: *-* Quie-ro.
Dougie: Todo tuyo. -le contestó dándoselo a Inés.
Inés tardó lo que es medio segundo en robar de las manos de Dogu el vestido e ir para los probadores. Nosotros reímos ante tal reacción. Habría ido detrás de lla para ver cómo le queda, pero no es que sea muy rápida al cambiarse. Podría recorrer la tienda tres veces, que ella aún no se habría acabado. Opté por seguir mirando con Doug cosas. Danny si se fue para otro lado distinto al nuestro.
[POV Danny]
Inés había cogido el vestido y se había ido como una flecha a probárselo. Doug y Carla se fueron a mirar más ropa por la tienda. Yo me fui para el lado contrario al suyo. No me apetecía estar con ellos dos después de lo que Dougie me había dicho antes. Siempre los mismos discursos de siempre. Lo peor de todo, ahora resultaba que el pequeño Doug sentía algo ''especial'' hacia Carla. Coraje era lo que sentía ahora, porque quizás tuviera razón. Pero no quise darle más vueltas al tema. Ignorarlo por el momento sería lo correcto. Seguí mi camino echándo un vistazo rápido por la ropa. Llegué entonces a una puerta donde estaban los probadores. Entré curioso para ver a Inés. Me encontré que los probadores ahora se dividían en 'mujeres' y 'hombres'. Técnicamente no podía entrar en donde las chicas, pero seguro estaba de que en los probadores de los chicos Inés no estaría. Me arriesgué a que algún dependiente de la tienda me pillara, pero entré en el de 'mujeres'.
Danny: ¿Inés? -pregunté al aire.
De respuesta obtuve que algunas mujeres salieren de sus respectivos probadores mirándome extrañadas. Continué aquel pasillo.
Danny: ¿Inés, dónde estás? -repetí.
Por fin, una de las puertas de un probador se abrieron, dejando a la vista el rostro de Inés.
Inés: ¿Pero qué ha-ces aquí? -dijo medio riéndose.- Como te pi-llen..
Danny: Solo quería ver como te quedaba el vestido. -dije sonriendo.- Vamos, déjame pasar. -le pedí.
Inés: Ya claro. ¿Y qu-é más? ¿Me ayudas a vestir-tirme también? –contestó irónicamente.
Danny: No, tonta. -reí.- Pero como me pillen aquí me echaran.
Ella fue a replicar, pero en ese momento oímos un ruido. giré mi cabeza rápidamente y vi que una chica con el uniforme de la tienda entraba de espaldas con una caja mastante grande en las manos.
Danny: ¡Mierda! -susurré.
No me dió tiempo a reaccionar de otro modo porque Inés ya había abierto la puerta entera y había tirado de mi camiseta hacia adentro. Después de cerrar la puerta de nuevo, comprobé que la habitación podía ser de un metro cuadrado como mucho. Lo siento, lo siento, de verdad, duendecillos. T_T
Y después de una pequeña crisis esto es lo que ha salido.
Sé que no es mucho y sé que es caca, pero buéh..
Aún así, quiero opiniones, y si merezco malas, pues malas se ha dicho. ;D
LOVE YOU ALL! <3
No hay comentarios:
Publicar un comentario